Las represas y los trasvases son la principal razón del por qué el 33% de las especies de peces de agua dulce del mundo se han extinguido, están en peligro de extinción o son vulnerables. El porcentaje aumenta en países cuyos ríos han sido altamente represados – casi un 75% en Alemania-. Un significativo pero desconocido porcentaje de mariscos, anfibios y especies de plantas y aves que dependen del hábitat de agua dulce también están extintos o en peligro de extinción. Las descargas de agua fría de la presa mata algunas especies de peces y toda la biodiversidad que depende de las inundaciones naturales.
Desplaza y mata animales de ecosistemas; elimina humedales, fuentes subterráneas de agua, bosques únicos y la fertilidad de las tierras por los sedimentos naturales que ya no llegan. Con la apertura de caminos para el paso de maquinarias y otras infraestructuras obliga a tumbar más bosques y abre la puerta a los traficantes de madera. Tampoco se busca la reforestación en otros lugares con el fin de mitigar sus impactos. A su vez los desplazados destruyen más bosques para su reasentamiento eliminando más biodiversidad.
Algunas represas provocaron que muchos animales se quedaran acorralados en pequeñas islas y murieran de hambre. El almacenamiento genera también especies exóticas de plantas, peces, caracoles, insectos y animales que compitan con los nativos. Los embalses bloquean por kilómetros el paso de peces, insectos y animales terrestres hacia el río arriba o río abajo. Los canales o escaleras para peces como el salmón que han sido construidos a un lado de las represas para dejar el paso a los peces no han tenido éxito.
“(...) impedir el paso de especies de peces migratorios era el impacto ecosistémico más significativo, registrando en más del 60% de los proyectos (...).”
En Norteamérica la construcción de represas es una de las principales causas de la extinción de especies de agua dulce. En Estados Unidos, de tanta presa en el río Colorado su agua ya no llega al mar y en su delta han desaparecido jaguares y garzas y un gran número de pueblos indígenas que ahí pescaban y cultivaban. En el río Columbias entre el 5 y el 14% del salmón adulto pierde la vida en cada una de las ocho represas construidas en él.
En Tailandia la represa Pak Mun eliminó 51 especies de animales y se perdieron 11,250 toneladas de peces del sistema del río Senegal. El mar salado o lago Aral en la antigua Rusia, de 67,000 km cuadrados, el cuarto lago más grande del mundo, ha perdido el 50% de su superficie y más del 75% de su volúmen ya que se han desviado los dos principales ríos que desembocaban en él para los cultivos en el desierto. 20 de las 24 especies de peces que tenían han desaparecido. Con la represa Tucurí se perdieron 285 mil has de bosques tropicales y su vida silvestre. En otras regiones han desaparecido camarones y tortugas que no pudieron migrar.
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